What in the World is a Barbist?
The truth is—the word Barbist was born about 13 years ago, during a random haircut session. A woman watching me cut a friend’s hair said it first, in her slightly altered state:
“You’re like a Barbist!”
I paused.
“Wait… what did you just say? Barbist? I kinda love that.”
And just like that, the name stuck.
Fast forward 15 years (give or take—I’ve honestly lost track), and I’m still living this craft. I’ve cut hair in shops across Lower Manhattan and Brooklyn, and in my own spaces right here in Binghamton, NY. Truthfully, I’ve set up shop anywhere I could find a chair and some good music—college bathrooms (sorry, Binghamton staff), attic rooms, office spaces, barbershops—you name it.
I’ve also been lucky enough to bring my tools to Miami, Connecticut, Albuquerque, Phoenix, Puerto Rico, and even deep into the Upper Amazon Rainforest in Ecuador, where I swapped a barber chair for a wooden log. Barbering truly knows no bounds.
To me, being a barber is about service, freedom, and creativity. It’s about using art in a practical way—to help people shine, to bring out the dapper, the handsome, the radiant, and the straight-up gorgeous that lives in every single person.
⸻
So… Who is The Barbist?
My name is Eva Duarte. I’m 36 years old, a queer woman of Latin and Mayan descent, born and raised in Washington Heights, NYC.
I’m someone who loves deep conversations and real sh*t, but also silly moments, live music, concerts, and festivals. I’m big on meditation, mindfulness, hiking, the gym, and good music in every genre. Oh—and Bob Ross. Can’t forget him. I love that guy.
My tools—clippers, trimmers, scissors, razors, and a good blow dryer—are extensions of my hands.
I love to play with hair.
And I’ll see you in the chair soon.
¿Qué rayos es un Barbist?
La verdad es que la palabra Barbist nació hace unos 13 años, durante una sesión de corte totalmente casual. Una mujer, mientras me veía cortarle el pelo a un pana, lo soltó primero, medio en su nota:
“¡Tú eres como un Barbist!”
Yo me quedé en pausa.
“¿Espera… qué dijiste? ¿Barbist? Me encanta cómo suena.”
Y así mismo… el nombre se quedó.
Avanzamos unos 15 años (más o menos… honestamente ya perdí la cuenta) y aquí sigo, viviendo este arte. He cortado cabello en barberías del Lower Manhattan y Brooklyn, y también en mis propios espacios aquí mismo en Binghamton, NY. Para ser sincera, he montado “la barbería” en cualquier sitio donde encontrara una silla y buena música: baños de universidad (perdón, personal de Binghamton), áticos, oficinas, barberías… tú nómbralo.
También he tenido la suerte de llevar mis herramientas a Miami, Connecticut, Albuquerque, Phoenix, Puerto Rico, e incluso bien adentro de la selva amazónica en Ecuador, donde cambié la silla de barbero por un simple tronco de madera. La barbería no tiene límites.
Para mí, ser barbera es servir, es libertad, es creatividad. Es usar el arte de una forma práctica—para ayudar a la gente a brillar, para sacar a flote lo elegante, lo atractivo, lo radiante, y lo simplemente espectacular que vive dentro de cada persona.
⸻
Entonces… ¿Quién es The Barbist?
Mi nombre es Eva Duarte. Tengo 36 años, soy una mujer queer de descendencia latina y maya, nacida y criada en Washington Heights, NYC.
Soy alguien que ama las conversaciones profundas y reales, pero también los momentos tontos, la música en vivo, los conciertos y los festivales. Me encanta la meditación, la atención plena, el hiking, el gym, y la buena música en todos los géneros. Ah… y Bob Ross. No podemos olvidarnos de él. Ese tipo me encanta.
Mis herramientas—máquinas, trimmers, tijeras, navajas y un buen blower—son extensiones de mis manos.
Me encanta jugar con el cabello.
Y nos vemos pronto en la silla.